Anna Ferrer, periodista
¿Le preocupa que con la crisis económica en España nos olvidemos de las necesidades de otros países?
Soy consciente de la crisis en España y de que hay gente que sufre. Pero, sin quitar importancia a la recesión en Europa, en India hay crisis desde hace muchísimos años. Mucha gente no puede comer dos veces al día e incluso los que lo hacen, por culpa de la sequía no tienen trabajo más de seis meses al año.
Usted es experta en cuestiones de desigualdades de género, ¿ha notado un cambio en las nuevas generaciones indias?
Hace años la mujer en India existía sólo para reproducir niños y ser buena esposa, ese era su papel. Pero empieza a haber cambios: en las ciudades los maridos jóvenes creen que su mujer, como ellos, debe trabajar, y eso es un avance. Pero todavía existe mucha discriminación y la peor de ellas es la dote, el concierto de un matrimonio por el que la familia de la chica tiene que pagar a la de él.
¿La dote, prohibida por ley, se prolonga más allá de ese pago?
Tras la boda, la familia del marido sigue exigiendo cosas a la familia de la mujer. Hay chicas que no pueden soportar la presión y terminan suicidándose o la familia de él las terminan matando. Cuando ellas se quejan a sus propios parientes de que las están pegando, muchas veces les dicen que tienen que aguantar porque no quieren soportar la vergüenza social de tener que tenerlas de nuevo en la casa.
¿Qué medidas se pueden tomar para terminar con esas desigualdades?
El Gobierno indio ha hecho cosas como una ley que prohíbe a los médicos decir a las familias el sexo del bebé porque, si estas sabían previamente que era niña, las mujeres terminaban abortando. Pero el censo de 2011 ha puesto al descubierto que no se cumple, ya que nacen más niños que niñas y debería de estar equiparado.
¿Las madres perpetúan ese machismo o están ayudando a sus hijas para que las cosas cambien?
Desde la Fundación empezamos a trabajar con madres en los años ochenta y ahora esas mujeres ya tienen hijas jóvenes. Antes ni salían de las casas, ahora tienen más información, hablan de sanidad, de cómo manejar los proyectos económicos. Antes las niñas no iban a la escuela y eran todas analfabetas, ahora el 100% pasa por la escuela primaria.
¿Pueden hablar con las mujeres indias de sexo, de planificación familiar?
Hablar de sexo no, pero sí de planificación familiar y natalidad, y hemos conseguido cosas. Antes las mujeres tenían diez hijos, ahora estamos consiguiendo que tengan dos o tres.