Las redes sociales para compartir ideas

El avance de las redes sociales y el intercambio de información a través de foros, redes 2.0, wikis, podcasts, RSS y blogs es imparable. Gracias a estas herramientas, cada día miles de personas comparten ideas sobre los productos y servicios, que ofertan las empresas o las organizaciones sociales, que forman parte de su vida cotidiana.

Ha surgido lo que se ha llamado1 “groundswell” un movimiento espontáneo de personas que utilizan Internet para comunicarse, experimentar por sí mismas y obtener lo que necesitan de otros: información, apoyo, ideas, productos y capacidad negociadora… tiene una dimensión global y es imparable; afecta a todas las industrias, tanto las orientadas a los consumidores como las que venden a otras empresas, ya sea en los sectores de la comunicación, venta minorista, servicios financieros, tecnología o sanidad, y es completamente ajeno a las poderosas empresas e instituciones. Dicho de manera sencilla, el groundswell es un fenómeno social que consiste en que la gente utiliza las tecnologías para obtener lo que necesita pero no de las empresas, sino de otras personas. Su aparición ha originado un cambio profundo en el funcionamiento de las relaciones comerciales, políticas o culturales.

La nueva moneda estable es la información, como dice Negroponte, “estamos pasando de un mundo de átomos a otro de bits”.

Estamos pasando de la fuerza a la inteligencia, de contratar manos a contratar cerebros. La competencia tiene que ver con los kilobytes, más que con los kilogramos. Los elementos que hacen a una empresa competitiva están en sus aspectos intelectuales e intangibles, y en su gente. Es ella quien puede hacer que su producto o servicio sea una opción única. La forma en que se orienta y dirige un equipo, como se organiza el trabajo, como se comunica con sus clientes o con su público, es la clave para obtener buenos resultados.

Mientras las marcas, las empresas y las instituciones gastan hoy millones en publicidad para darse a conocer, en las redes sociales y en la Web 2.0 las personas usuarias están haciendo por su cuenta muchas de las tradicionales labores de marketing de las empresas.

Han cambiado los roles tradicionales, los trabajos, las capacidades, la forma de hacer las cosas, las ideas, otras estrategias y expectativas. Ante esta nueva situación necesitamos “nuevas formas de hacer negocios”, “nuevos estilos de empresas” y también una nueva ética. No es una estrategia de mercado, ni de imagen, no es una forma de vender con mejor tono, con el que se visten algunas empresas para vender mejor.

Marcela Lagarde habla de “Una nueva ética para nuevos liderazgos 2”. Nosotras no somos hombres castrados, ni mujeres sin género, ni personas, o seres humanos neutros. Somos siempre mujeres, seres integrales. No estamos sólo para recrear utopías, estamos para hacerlas realidad y ganar al mundo territorios de tejido social.

Un trato de compromiso y honestidad que implique cuentas claras, obligaciones asumidas y pactadas, y un uso equitativo de los recursos.

1El mundo groundswell: como aprovechar los movimientos sociales espontáneos de la red. Charlene Li y Josh Bernoff. 2009. Barcelona
2Marcela Lagarde y de los Ríos. “Una nueva ética para nuevos liderazgos”. Ponencia presentada en Seminario Internacional de Formación de Liderazgo de Mujeres Empresarias y Directivas del Sector del Metal (FEMEVAL). Valencia, España. Abril 2003.