Aupa, Margrete

LEVANTA las manos en señal de victoria. Con la satisfacción del David que ha podido, aunque sea durante un segundo, contra Goliat. Su informe acaba de ser aprobado en la Eurocámara y se llama Margrete Auken. Es danesa, del grupo Los Verdes/Alianza Libre Europea, y su informe es un ataque frontal contra los abusos urbanísticos en España. De vez en cuando Europa y sus instituciones sirven para defender las causas justas frente a los intereses cortoplacistas de los políticos nacionales.

Es una pequeña victoria. Pero suficiente para sacar los colores a los políticos españoles del PSOE y del PP que no dudaron en crear un frente común contra el informe. Está muy bien que una danesa defienda las costas españolas. Que Europa, aunque sea de vez en cuando, sirva para algo. Auken opina que urbanismo masivo existe en toda Europa pero el español es el más surrealista de todos. De los cuatro millones de nuevas edificaciones construidas en Europa en los últimos diez años, la mitad se construyeron en suelo español. No hay más que ver el informe de Greenpeace, A toda costa 2008 , en el que aparecen 100 fotografías de los casos más flagrantes. En Euskadi destacan las construcciones en Urdaibai o el campo de golf de Bakio. La eurodiputada danesa realizó este informe en respuesta a las 15.000 reclamaciones recibidas en la Comisión de Peticiones por ciudadanos alemanes, ingleses y, sobre todo, españoles.

En su opinión la justicia española es lenta e ineficaz, apenas toma medidas cautelares, y cuando llegan las sentencias el mal ya está hecho. El informe aprobado defiende un replanteamiento del urbanismo en España de acuerdo con la legislación europea, las Directivas Hábitat, Marco de Agua, de contratación pública y la de blanqueo de capitales. Además de la moratoria de los planes urbanísticos que no respeten la legislación medioambiental, el informe aprobado por la Eurocámara solicita la suspensión de las ayudas financieras de los fondos europeos si las autoridades españolas no hacen nada al respecto. El informe no es vinculante pero es una pequeña gran victoria. Aupa, Margrete.