El “circo” de Sevilla
Si en muchos aspectos cada vez nos parecemos mas a una republica bananera –chiringuitos, sectarismos, clientelismo, mentiras a go-go, corrupción, cacerías, etc.-, las televisiones se suman con un amarillismo que asquea, y no me olvido de los programas-basura-corazón. Hace años fue el “circo Alcàsser”, al que por cierto va a poner remate el juicio por los programas de Canal 9. Ahora… ¡el “circo de Sevilla”! Ese “circo” que se ha montado a cosas de la desaparición y asesinato de la joven Marta del Castillo. La ultima novia del presunto asesino de paseo por las televisiones. Pintada y repintada y de la mano de su madre, la menor –tiene 14 años- pone el cazo y cuenta su historia. ¿Qué hace la c de Menores ante tamaña manipulación –las televisiones y la madre- de una adolescente que va contando, como si lo supiera personalmente, lo que los periódicos dicen? Amarillismo asqueroso el de esos programas de televisión; manipulación también asquerosa de la madre de la menor. ¡Y aquí paz y después gloria! El juez ha decretado el secreto del sumario. ¡Que importa, y si importa, que pasa…! Todo se dice saber, y todo se cuenta. Lo que haya de verdad ya se sabrá. Lo que importa es vender, aunque sea a costa del dolor de la familia de la joven asesinada. Y no me pregunto sobre quien esta filtrando los hechos y lo que rodea a tales hechos, porque si el juez ha decretado el secreto del sumario, no queda mas que la Policía; bueno, tamben todo un conjunto de personajillos que pretenden hacer su agosto a cuenta de rumores. Reconstrucciones de los hechos a cargo de programas de televisión. Entrevista a quien se pone delante de las cámaras. Seguimiento agobiante de las tareas de rescate. ¿Qué mas? El agobio asfixiante, morboso y asqueroso del amarillismo; la sensación de un publico de la prensa y de la televisión que se mueve por el morbo y el “espectáculo”. Lo dicho, “aun autentico circo”, aunque no tenga la gracia y el arte de un verdadero circo. Una menor manipulada sin ton ni son. Bueno, “la gloria” de la pantalla y el sobre lleno de euros están detrás. Unas filtraciones que parecen hechas para mayor gloria de los investigadores policiales. Y unos periodistas –vamos a llamarlos así- que prostituyen –aunque parezca fuerte la palabra- la profesión, esta profesión que también es mía y a la que amo. ¿Paramos el “circo de Sevilla” por el bien de todos? Punto final. Estamos ante un hecho de violencia machista, e violencia de género. No estoy de acuerdo con que el juez haya decidido que no pasa al Jugado de Violencia sobre la mujer. Tendremos ocasión de comentar la decisión judicial.