El negocio de la violencia

Rechazo con rotundidad la afirmación de un poco presentable juez de Sevilla que sostiene que algunos estan pervirtiendo la lucha contra la violencia de género porque están haciendo negocio de esa lucha. ¡Rotundamente, no! Como es falsa la afirmación –siempre con la finalidad de desvirtuar la ley- de que son muchas las mujeres que presentan denuncias falsas. ¡En modo alguno! Existen algunas pocas, pero como en casi todos los diversos aspectos de las normas jurídicas. Dicho esto, si admito que algunos colectivos o algunas personas pretenden utilizar la lucha contra la violencia machista para hacer negocio. Por ejemplo, algunos abogados “de tres al cuarto” que aconsejan a sus clientes denuncien falsamente para conseguir un divorcio mas rápido. O algunos psicólogos que consiguen beneficio económico a través de peritajes falsos acerca de síndromes que tan solo existen en su “imaginación mercantil”. Tengo la prueba del nueve o la prueba del algodón, como se prefiera. Y la prueba es sencilla: la formación especializada. Porque quien conoce la violencia machista con una cierta especialización, ni empuja a denuncias falsas –para nada se consigue más rapidez, ni más beneficios-, ni inventa para aumentar su clientela y su bolsillo. Pero formación de verdad, contrastada, comprobada. La misma “prueba del algodón” sirve para algún colectivo que otro. Si al frente de un centro de acogida, servicio especializado, centro de atención, de información o de lo que sea, no están personas especializadas –bien contrastadas-, podemos estar ante quienes se aprovechan de “la enfermedad” de la violencia de genero para obtener beneficios o un cierto renombre. Pro una cosa es la existencia de algunos desaprensivos –individual o colectivamente-, y otra, radicalmente distinta, pretender desacreditar la lucha contra la violencia machista a base de calumnias y mentiras. Eso si, tales calumnias y mentiras suelen proceder de personas, o colectivos, con pensamiento machista.

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