El síndrome de alienación parental: negocio y manifestación de ineptitud
Lo escribí no hace mucho tiempo. Lo recuerdo ahora:”Estos muy resumidos los argumentos expuestos por numerosos y prestigiosos especialistas de medicina y salud mental:
1. El SAP no es ciencia sino la descripción sesgada y tendenciosa de un fenómeno real que se da en ámbito legal, interpretada bajo los parámetros de una ideología patriarcal
2. Los pretendidos criterios diagnósticos son nulos lógica y científicamente porque no se correlacionan con ninguna patología identificable
3. La intervención terapéutica que recomienda el SAP es coacción legal que deja a los menores en una situación de riesgo extremo
4. La ideología que sustenta el SAP es abiertamente pro-pedófila y sexista
5. En Estados unidos se ha iniciado un fuerte y decidido movimiento para impedir su admisibilidad como prueba en juicio
6. “El SAP no ha sido reconocido por ninguna asociación profesional ni científica, habiendo sido rechazada su inclusión en el DSM-IV por la Asociaciones Profesionales”
Dicho esto me pregunto: ¿Por que esta proliferando entre determinados grupos de psicólogos la utilización del síndrome de Alineación Parental (SAP)? Son tan numerosas y tan prestigiosas las desautorizaciones del SAP, que no encuentro mas que dos explicaciones para “el prestigio del SAP entre algunos colectivos:
1. Es un negocio. Si, algunos han encontrado un modo de “sacar dinero” a los padres ofreciéndoles utilizar el SAP para resolver sus conflictos sobre el régimen de visitas, la custodia cometida y hasta a patria potestad. Y esos tales ante el dinero dejan de lado el estudio y la profesionalidad.
2. Es una muestra de la ineptitud profesional. Si, cuando no se estudia de modo permanente, cuando no existe especialización en lo que se ejerce, cualquier novedad es acogida como una muestra de ciencia o conocimiento. Y como se es inepto, se obvian las explicaciones profundas, el examen riguroso de las teorías, el recurso a lo que los expertos dicen u opinan.
En fin, siguen sin enterarse algunos profesionales. Bueno, no quieren enterarse, pues así ganan dinero y se creen “prestigiosos y novedosos”.
