Mi vecino Radovan Karadzic
Radovan Karadzic, el poeta de los crímenes de guerra serbios, uno de los dos criminales más buscados en los Balcanes, el tipo con copiosos mechones ha sido capturado anoche en Belgrado, Serbia.
Según los primeros rumores, ha sido encontrado en mi propio barrio, donde supuestamente frecuentaba un popular restaurante de derecha donde gente de ONGS no eran bienvenidos.
Karadzic está actualmente retenido en el tribunal especial para crímenes de guerra en Belgrado y está a punto de ser extraditado al Tribunal Internacional de crímenes de guerra en La Haya. Slobodan Milosevic le precedió en este mismo viaje hace algunos años.
A juzgar por el chateo en mi blog de B92 y en los mensajes de teléfono que recibo de mis amig@s, como sospechaba desde hace mucho el “Osama Bin Laden de Europa” y yo hemos sido vecinos. Compartíamos la misma comida, veíamos los mismos mendigos en el centro de Belgrado donde ha estado escondido todos estos años, un carnicero genocida disfrazado de curandero New Age.
Un periodista que vive cerca de mi casa me ha mandado un sms: Karadzic debe haber estado bebiendo cerveza con nuestro vecino gitano en la calle. Como todos sospechábamos o como muchos de nosotros seguramente sabíamos: Karadzic estaba escondiéndose de la justicia detrás de nuestros nombres y nuestras vidas cotidianas, utilizando a la población serbia como escudos vivientes.
El nuevo gobierno proeuropeo de Serbia tiene que romper con esta política encubierta. De este modo recompensan los demócratas a los sufridos votantes que les dieron el liderazgo frente a sus rivales nacionalistas. Incluso el partido socialista exMilosevic parece estar de acuerdo.
Radovan Karadzic, poeta, psiquiatra y criminal de guerra número uno del planeta, logró evaporarse en 1996. Su general, Radko Mladic, está todavía huido. Karadzic y Mladic fueron el arquitecto y el constructor del genocidio de Srebrenica, donde 8.000 hombres y muchachos fueron asesinados en tres días.
La pasada noche, el fugitivo desaparecido durante tanto tiempo fue interrogado en el tribunal especial por crímenes de guerra de Belgrado. Es el mismo tribunal donde, hace dos años, seguí el juicio al grupo paramilitar de los Escorpiones, agentes del genocidio de Srebrenica. El nombre de Karadzic fue mencionado a menudo por los Escorpiones con veneración.
Un par de meses antes de que los Escorpiones fueran arrestados en 2005, la policía irrumpió en la casa de la familia de Karadzic, deteniendo brevemente a su hijo. En aquella ocasión, su mujer pidió públicamente a su marido que se entregase a la justicia. El mito en torno a su carácter oscuro afirmaba que nunca se iba a entregar vivo, sino que moriría como un mártir suicidándose por su familia y la causa de los serbios de Bosnia.
A Karadzic nunca le faltaron partidarios. Grupos vociferantes de derecha pasaron la noche fuera del tribunal de crímenes de guerra, coreando su nombre y pidiendo que Boris Tadic, el Presidente, se suicidase para así salvar a Serbia. Los allí concentrados fueron vigilados por una fuerte presencia policial y el grupo se dispersó pronto.
Los políticos internacionales como Richard Holdbrooke felicitan al gobierno serbio por esta acción importante, pospuesta y obstaculizada todos estos años. Se ha informado a menudo en varias partes de Serbia y Bosnia sobre hombres parecidos a Karadzic y varios cómplices cercanos fueron llevados delante del tribunal por ayudar y secundar a Karadzic y Mladic. Era obvio que ambos estaban protegidos por aliados locales poderosos y se presume que Karadzic ha sido arrestado ayer por la traición de alguno de los suyos. Todavía existe una recompensa americana extraordinaria de 5 millones de dólares por la detención de Karadzic o de Mladic; durante 12 años el apetecible tesoro nunca fue reclamado por nadie.
Karadzic se defiende a si mismo con el silencio –pero no un silencio completo. Ha proclamado que su detención era una “farsa” y que fue arrestado hace tres días por hombres enmascarados y llevado preso a una pequeña celda.
En una conferencia de prensa matutina, Rasim Ljajic, funcionario del gobierno serbio responsable de la cooperación con La Haya, reveló más detalles. Según Ljajic, Radovan Karadzic, que es oficialmente bosnio, estuvo viviendo en Belgrado como un ciudadano serbio, bajo una falsa identidad, y con un nuevo nombre – “Dragan Dabic”. El Dr. Dabic ha estado trabajando como médico de “medicina alternativa” en una clínica privada.
Delgado, con gafas y abundante barba, el Dr. Dabic se desplazaba libremente por Belgrado. Empleados de la clínica negaron conocer su identidad real. Parece que ha sido seguido y arrestado mientras intentaba cambiar de apartamento.
El mundo ha expresado su reconocimiento ante lo que Karadzic ha llamado “farsa”, según manifiestan las abundantes felicitaciones hacia el presidente Tadic, la policía y el sistema judicial serbio. La Haya nunca será popular en Serbia, especialmente cuando el presunto criminal de guerra bosnio Naser Oric fue liberado a pesar de sus ataques sobre los serbios. En las destrozadas ruinas de Yugoslavia nunca habrá una clara igualdad en la culpa pero este acontecimiento es un paso de gigante hacia una Serbia pacifica y democrática dentro de una Europa moderna.
Jasmina Tesanovic
Belgrado, a 22 de julio de 2008
Traducido del inglés: Yolanda Rouiller, Red de Mujeres de Negro