Premio Isabel de Villena a Teresa Yeves

Quiero saludar, en primer lugar a la Sra. Alcaldesa del Ayuntamiento de Quart de Poblet, que nos recibe en su casa, al resto de autoridades, a los componentes del Tribunal para la concesión del Premio Isabel de Villena, a todas las compañeras y a las amigas y amigos presentes.

Recibir un premio, siempre es un honor que además brinda la oportunidad de manifestar públicamente los agradecimientos y las emociones que te produce el reconocimiento, en este caso, del compromiso y la lucha por la igualdad. Premio que me gustaría ofrecer a todas aquellas mujeres que hacen de la lucha por los derechos y la igualdad su quehacer cotidiano.

Y, paso al capitulo de los agradecimientos, en primer lugar, al Ayuntamiento de Quart de Poblet personado en su Alcaldesa, Carmen Martinez y, en la concejala de Igualdad, Cristina Mora, ayuntamiento que muestra su compromiso con la igualdad y las mujeres manteniendo, aún en tiempos de crisis, el Premio Isabel de Villena.

En segundo lugar agradecer a las personas e instituciones que forman parte del Jurado haber pensado en mi como merecedora del mismo, en especial a Mª Luisa Moltó del Institut Universitari d’Estudis de la Dona. Gracias Mª Luisa y a Esther Barberá, Directora actual del Instituto, también presente.

También, es de justicia, agradecer a Mª Jesús González Fontana, Psicóloga, técnica del ayuntamiento y comprometida feminista, hoy dedicada a otros menesteres profesionales en el mismo ayuntamiento. Mª Jesús es la responsable directa de mi vinculación con Quart de Poblet, como participante en el Consejo de las Mujeres y Jurado de la 3ª edición de los Premios Isabel de Villena, en  ambos casos en representación del Institut Universitari d’Estudis de la Dona. Gracias Mª Je.

Igualmente quiero compartir y agradecer este Premio a mis amigas y compañeras del feminismo y de la vida, muchas de ellas hoy presentes y, algunas que hubieran querido estar pero que, como nos pasa con frecuencia a las mujeres de todas las edades, han tenido emergencias familiares que les ha impedido estar, hacer de madres, de abuelas, de cuidadoras, en fin de mujeres. A todas ellas gracias.

Compartir y agradecer a Concha Gisbert, mi referente feminista y en la vida, por su compromiso con las políticas de igualdad.

A mis compañeras y amigas de la tertulia feminista: Pepa Cucó, Madalen López Precioso, Gabriela Moriana, Elena Mut, Chus González, Paqui Méndez, Charo Altable, Carmen Alborch, Geno Morell, Concha Gisbert e Inma Bernabe, que nos convoca militantemente, con las que comparto, no sólo tertulias y cenas, sino muchas otras cosas.

Y en estos agradecimientos, no puedo olvidar a mi familia, a mi madre y a mi padre, que ya se fueron y a mi hermana Isabel y a Emilio, mi hermano, que están presentes hoy con su familia, en aquella casa aprendimos una manera de ser y de relacionarnos mujeres y hombres que luego hemos ido desarrollando hasta hoy, parece que no ha salido mal. Gracias, también Leonor por estar entonces y ahora presente y siempre acompañándonos.

En este acto no puedo dejar de referirme a las asociaciones de mujeres a las que he estado o estoy vinculada, Casa de la Dona, Asociación de Mujeres de Antígona, Seminario Mujeres Grandes, Mujeres Progresistas y Cercle Feminista: Cultura per la igualtat

Y a tantas mujeres que he encontrado en mi transito por la vida de las que he aprendido que ser mujer y feminista además de ayudar a superar los obstáculos cotidianos, hace posible que la larga lucha por la igualdad produzca cambios en la vida de las mujeres, nuevos derechos y también felicidad y placer.

Mujeres diversas, amas de casa, estudiantes, cuidadoras, políticas, madres, académicas, profesionales, trabajadoras dentro y fuera de casa, sindicalistas, empresarias, creadoras.. Mujeres todas ellas que forman parte de ese movimiento social, el movimiento de mujeres en el que nos encontramos los diferentes feminismos y las diversas formas de estar en la vida las mujeres.

Porque ¿qué es ser feminista? sino cuestionar la realidad, pensar que la desigualdad no es natural y, sobre todo reivindicar una sociedad mejor en la que mujeres y varones seamos mas felices, porque sea mas justa y mas igualitaria. A todas ellas, a las que no puedo nombrar porque sería interminable, a todas ellas gracias.

Y quiero también hacer una refrencia, aunque sea muy rápidamente, a aquellas mujeres que nos precedieron y nos enseñaron una forma de estar en la vida diferente, como Isabel de Villena que da nombre al Premio de este ayuntamiento, que ya en el S. XV, como es sabido escribió, en valenciano, Vita Christi obra en la que parece plantó cara a la misoginia de Jaume Roig mostrada en Spill.

O Concepción Arenal que tuvo que vestirse de hombre para asistir a la universidad y estudiar Derecho, hoy nadie duda del derecho de las mujeres a los estudios universitarios y a la educación. La misma que tuvo que presentar su libro, La beneficencia, la filantropía y la caridad con el nombre de su hijo, y que fue premiada, gracias a este subterfugio, por la Academia de Ciencias Morales y Políticas.

Este año el Premio Cervantes de literatura 2013, ha sido otorgado a Elena Poniatowska, una mujer, sin necesidad de ocultar su nombre, aunque desde su creación en 1976, casi 40 años, sólo 4 mujeres han sido merecedoras de este premio, avanzamos pero, lentamente y siempre con gran esfuerzo y muchos méritos.

También, Clara Campoamor, nos consiguió el voto en 1931, apoyada por un pequeño grupo de mujeres. Las españolas votaron por primera vez en las elecciones de 1933 en la República. Después del largo paréntesis de la dictadura, mujeres y hombres volvimos a votar en igualdad.

Podría seguir con el relato de todas aquellas mujeres y grupos que han conseguido que estemos donde estamos, pero no se trata de dar una lección de historia, además de una historia ya conocida por todas, gracias al trabajo de muchas historiadoras, entre ellas Isabel Morant, empeñadas en mostrar la presencia de las mujeres en la historia. No se trata de historia, pero de recuperar la memoria, de reivindicar los protagonismos tan merecidamente ganados.

Y, por eso, dando un gran salto en la historia, voy a referirme al movimiento feminista de finales de los 60, a las organizaciones de mujeres como el MDM, que participaron activamente, no sólo en las luchas antifranquistas, sin dejar de lado el compromiso con las mujeres de los barrios.

Recuperar la memoria de esas mujeres feministas de Mujeres Universitarias, de la Asamblea de Mujeres de Valencia, de Mujeres por la Salud y Paz, mujeres que están presentes en una página web feministas valencianas, donde con la ayuda del Instituto de la Mujer y de su directora Mª Teresa Blat, del último gobierno socialista, Concha Gisbert, Dolores Sánchez y yo misma, recogimos las voces e imagenes de esas mujeres luchadoras feministas para que la historia no las olvide ni el presente las ignore. Gusi Bertomeu y Cristina Llorens de Artefinal le dieron el soporte de modernidad necesario en estos tiempos.

Todas ellas mujeres representativas de una época que son responsables directas de los derechos conseguidos en la actualidad, abogadas y políticas como Amparo Ferrando, despachos de mujeres, exigiendo la ley del divorcio, sanitarias siempre políticas como Consuelo Catalá, empeñada en la defensa del derecho al aborto y consecuentemente a la libre elección de la sexualidad y de la maternidad. En fin, mujeres feministas luchadoras que hasta hoy, siguen en la brecha como Mayte Larrauri la filósofa que puso la filosofía al alcance de las mujeres de Antígona, o Maria Huertas y otras como Charo Altable, Fina Sanz, feministas que se comprometen con las mujeres de la Malvarrosa, como Mayte Bertomeu o Mary Casola.

Y no puedo olvidar a la universidad, lugar donde he trabajado los últimos años. Luisa Moltó, Olga Quiñones, Madalen, de la universidad de Valencia o Asun Ventura de la UJI de Castellón, junto con otras mujeres académicas, son las responsable de la existencia de los Institutos, Fundaciones y Estudios feministas de las universidades, la inclusión de las asignaturas de igualdad de genero y no discriminación en el Grado de Trabajo Social, el Master de Género y políticas de igualdad… de donde ya se han obtenido resultados y las alumnas se convierten en maestras e incorporan al movimiento, también están presentes hoy algunas de ellas, aunque no pueda nombrarlas a todas, Sonia Mira, Sonia Rubio, Ángela Escribano, Mª Ángeles Bustamante, convertidas en auténticas activistas.

Y aunque no quiero cansaros, quiero terminar reivindicando la política, la desprestigiada política, reconociendo a las mujeres políticas que, cotidianamente se baten, porque de un auténtico duelo se trata, en la lucha por la igualdad y la no discriminación, políticas como la Senadora Carmen Alborch, feminista que sigue en la brecha desde aquellas ya lejanos días de Mujeres universitarias y la asamblea de Valencia.

Y dentro de la política la necesidad de las leyes que consoliden nuestros derechos. Leyes como la:

  • Ley Orgánica 1/2004, de 28 de diciembre de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género
  • Ley 39/2006, de 14 de diciembre, de Promoción de la Autonomía Personal y Atención a las personas en situación de dependencia.
  • Ley Orgánica 3/2007, de 22 de marzo, para la igualdad efectiva de mujeres y hombres.

Tres leyes que han repercutido directamente sobre la vida de las mujeres y que desgraciadamente, como otros derechos conseguidos están siendo atacadas por el gobierno actual.

La primera, Ley Orgánica 1/2004, de 28 de diciembre de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género, se relaciona con el día que conmemoramos, 25 de noviembre, fue el compromiso del Gobierno Zapatero con el movimiento feminista, frente a los ataques de la derecha y de algunos varones recalcitrantes, centrados sólo en los aspectos penales de la mencionada ley y señalando su fracaso cada vez que una mujer era asesinada y, os puedo garantizar que no hay ninguna ley que pueda evitar los asesinatos o las muertes, ni el código penal, ni el código de circulación, evitan los muertos y no por eso se pide su abolición. Invertir en la prevención de la violencia es invertir en igualdad, en educación…

La segunda, la conocida como Ley de Dependencia reconocía que el trabajo de las mujeres como cuidadoras (el 84%) era un derecho y por eso cotizaban, que los cuidados no eran una obligación sagrada de las mujeres y, ponía en la agenda que vamos a hacer con el futuro de nuestra sociedad envejecida y arruinada, también ha sufrido el ataque furibundo de este gobierno y del gobierno de la Generalitat, ni aplicación, ni derechos. Cuidar gratis en casa es el resultado. El cuidado ya no es una cuestión de Estado sino de la familia, del apáñatelas como puedas y de eso también tenemos experiencia, a cuidar.

Y por último, la Ley de igualdad efectiva entre mujeres y hombres que se comprometía con la acción positiva y con la desaparición de la discriminación, parece que tampoco los tiempos que corren están para eso.

Termino con un reconocimiento y una llamada, las mujeres, las feministas en movimiento, apoyadas en ocasiones por algunos hombres cómplices, hemos conseguido muchos, muchísimos cambios pero, lo siento no podemos quedarnos paradas, los derechos de las mujeres no son nunca regalos sino fruto de nuestro esfuerzo cotidiano, en nuestras casas, en nuestros trabajos, con nuestros compañeros, con nuestras familias… Aunque a veces nos de pereza tanta lucha y tanta reivindicación, también encontramos satisfacciones y mayor felicidad.

Por tanto, amigas, amigos, la lucha continua por la igualdad y el cambio social, ahí nos encontramos en la búsqueda de un mundo mejor. Gracias.

Puedes consultar el vídeo de la intervención de Teresa Yaves y Carmen Valls en la web de Ángeles Bustamante:

http://www.lrmcidii.org/es/vi-premios-isabel-de-villena-teresa-yeves-bou-y-carme-valls-llobet/