Prevención de la violencia de género en la adolescencia
En de nuestro día a día como enfermeras sabemos con certeza que la violencia de género existe y causa graves problemas de salud. La prevención de la violencia de género en la adolescencia es una forma de mejorar sus conocimientos y su salud.
Desde el rol de enfermería trabajamos el cuidado, la educación para la salud y la prevención de la enfermedad, con una visión holística de la persona y con una perspectiva bio psicosocial.
La violencia de género afecta de forma biológica, psicológica y social. De aquí que sea a través de la enfermera/o quien pueda dar al adolescente las herramientas para la detección y prevención de la misma, condiciendo con otros temas que condicionan y preocupan a la población adolescente.
Sabemos que hablar de violencia de género incluye temas bien distintos. La concepción del propio cuerpo biológico implica asumir un género con un rol determinado de hombre o mujer.
En otro orden, la sociedad ensalza valores como la virilidad demostrada a través de la fuerza, el poder o la velocidad. La violencia utilizada para resolver conflictos es algo visto con buenos ojos por el mundo adulto apartando formulas como el dialogo y la comprensión como actitudes poco efectivas. Los valores de la feminidad cautivadora, sumisa y sexual se muestran sin pudor como algo positivo para las chicas. Todos estos valores masculinos y femeninos se pueden mostrar de la forma más solapada y sutil como ordinaria y degradante
En la adolescencia se muestran los roles de género que la sociedad acepta y estos inciden en la concepción la propia personalidad y de sus relaciones de pareja.
Nuestros objetivos son que el alumnado aprenda a reconocer y evitar la violencia de género. También queremos saber su nivel de formación y que recursos tienen sobre la violencia contra las mujeres. Por otra parte queremos conocer la prevalencia de los estereotipos de género y averiguar la incidencia de estos en sus actitudes, analizando cómo repercute en sus relaciones de pareja. Observar cómo han vivido el taller, sus comentarios y aportaciones, así como la vivencia y evaluación por parte del profesorado.
El método consiste en un estudio observacional de tipo transversal sobre el impacto del taller, la acogida y lo que ha representado nuestra visita.
Por otro lado efectuamos un estudio empírico cuantitativo de tipo transversal, con un análisis de las variables a través del cálculo de las puntuaciones de los cuestionarios, para analizar los conocimientos y el impacto de los estereotipos. Efectuamos una aplicación del estudio transversal para observar si existe una correlación entre formación e información y prevención de la violencia de género.
Los instrumentos para recoger los datos son: dos cuestionarios previamente validados que el alumnado debe cumplimentar, uno previo al taller y otro posteriormente al cabo de tres semanas. El análisis ha sido de 4.298 cuestionarios para la primera encuesta y 3.704 para la segunda .La primera encuesta es igual para ambos sexos y la segunda esta diferenciada por sexo. El cálculo se realiza mediante el soporte informático SPSS.
Según nuestros resultados en principio ven la violencia como un hecho que nos afecta a todos. Aunque esta forma de afectar a la mayoría sea a través de los medios de comunicación y solo algunos miembros de la sociedad sufran las repercusiones directas. Su imagen de la violencia de género es lejana y naturalmente creen que no les puede afectar. Pero a pesar de la lejanía, afirman que la conocen y que un 40,5% ha visto alguna situación de violencia, lo que nos hace pensar que no esta tan lejos de su entorno familiar o social.
La acogida en los Centros de Enseñanza ha sido buena, la participación del profesorado bastante activa y progresando su interés en el tiempo. Una cantidad significativa de profesores estaban poco informados sobre la Violencia de Género. Al alumnado le gusta participar manifestando sus propias opiniones y generando intercambios entre el grupo. Hacer el Rol Play les ayuda a entender situaciones empatizando con actitudes desconocidas.
Los resultados obtenidos confirman nuestra hipótesis, la formación y la información a través del taller es un método eficaz en la prevención de la violencia de género. Los y las adolescentes tienen claramente marcados los estereotipos de género y transluce el ideal de sexismo benevolente.
Los estereotipos de género prevalecen en el mundo juvenil a pesar de verse maquillados y cambiados de forma. Los reconocen como algo del pasado y creen que no les afectan. A menudo manifiestan que las chicas de hoy en día lo tienen todo superado y que no tienen obstáculos. Al igual que ellos y de forma contundente, creen en la llamada igualdad, piensan que cohabitan con ella, pero normalizan actitudes propias del machismo como el control, la posesión y el dominio sobre la vida sexual de sus parejas. La mitad de la muestra no acepta la negativa por parte de la chica. La idea de que las chicas han de mantenerse puras y castas, aunque arcaica, sigue presente. Lo justifican como una obligación social fundada en la tradición, frente a la cual las mujeres no tenían que gozar con el sexo.
El sufrimiento amoroso, “sufrir para amar” lo viven como necesarios, hay que sufrir si se quieren de verdad. Aunque es un estereotipo fruto del amor romántico, divulgado por las novelas y la cinematografía, goza de prestigio, y la idea de que el amor causa angustias que hay que soportar se mantiene.
La violencia se acepta y se tolera como un signo de masculinidad. En general se cuestiona poco, sencillamente es la forma de hacer prevalecer un criterio frente a los demás. Se utiliza en todos los ámbitos y sigue siendo una manera de manifestar la posesión en las relaciones amorosas. Si un chico pega aun es normal.
Algo que nos ha sorprendido ha sido la evidencia de que las relaciones familiares son más bien escasas. El dialogo de los/las adolescentes con sus progenitores es poco frecuente y así lo dicen. Hecho que podríamos considerar aceptable puesto que estamos hablando de la comunicación con sus mayores y tratándose de la adolescencia es bien sabido que con frecuencia la comunicación, no es lo suficientemente fluida.
Ahora bien, una gran parte niegan el dialogo entre sus padres y este síntoma nos parece un riesgo, puesto que el dialogo y la manera de tratarse van a constituir una enseñanza. De todo aquello que vemos y oímos, aprendemos.
Este libro es tan solo una muestra, el trabajo sigue a través nuestro y de muchas personas convencidas, como nosotras, que existe una manera de amar diferente. Es importante retratar la sociedad en que vivimos, mantener la guardia y evidenciar el riesgo.
Pensamos que es importante que conozcan como hemos llegado hasta aquí, hombres y mujeres. Conocer el pasado ayuda a comprender el presente y prevenir en el futuro.