Ya no se puede su aroma cortar
Y si lo han sido, es por qué alguien les ha transmitido esta necesidad. Con silencios, con esfuerzos para sacarlos adelante y mantenerles la vida, con dignidad a pesar de haber sido tratadas como unas cualquiera. Con su ejemplo de vida han hecho posible esta cadena humana que se junta para recuperar la dignidad de quienes perdieron la vida injustamente…
Ellas, las Viudas todas esas mujeres que de generación en generación han transmitido la necesidad de no olvidar a los seres queridos, a sus amores a los padres de sus hijos e hijas, aunque en algún caso ni los entendieran ni supieran exactamente que pensaba y por qué. Ellas querían la vida y seguir amando a pesar de la guerra. Mujeres que en ningún momento perdieron la capacidad amatoria que les dio la fortaleza para seguir viviendo y sacar adelante a las y los suyos, transmitiéndoles la necesidad de buscar a los y las desaparecidas y conseguir una justicia reparadora.
Ellas, que en su gran mayoría no constan en las cunetas, ni en las exhumaciones, ni en los homenajes, pero que sin ellas, los logros conseguidos no hubieran sido posibles. Hablo de Matilde Huici, Julia Álvarez, Josefina Torcal, Julia Bea, Aurora Gómez, Matilde Landa, Maravillas, Clara Campoamor, Victoria Kent, Margarita Nelken, Federica Montseny, Rosita la dinamitera, la Pasionaria, Agustí Centelles, Marina Ginestá, las reclutas del Batallón Acero. Las viudas de Sartaguda, las trece rosas, la presas y asesinadas en la cárcel de Saturrarán….
Ellas que estuvieron presentes también durante el parto, vigencia y defensa de la II República, apostando por transformaciones sociales y derechos que jamás hubieran soñado. Se puede elegir la forma de Gobierno y no se acepta el linaje por sangre. Reforma agraria, las 8 horas laborales, vacaciones, descanso semanal, aunque las mujeres seguían cobrando el 50% menos de salario. Acceso a empleos y cargos públicos por mérito y capacidad, acceso a la vivienda, a la educación y la cultura, dentro de la escuela pública y laica. Mejoras sanitarias de salud pública…
El derecho al voto para las mujeres, gracias a la inmensa, intensa y extraordinaria labor de Clara Campoamor. El matrimonio civil, el divorcio sin necesidad de causas, la igualdad de hijos e hijas ilegítimas. Mejoras para atención a la infancia. La reclamación de paternidad. En Cataluña, el derecho al aborto. Se hablaba y practicaba el amor libre en algunos espacios. La homosexualidad y el lesbianismo no producían mayores escándalos.
Las mujeres rompieron con el analfabetismo. El cuerpo de Maestras fue importantísimo. Entraron a estudiar en lugares impensables, como arquitectas. Accedieron a la representación política en partidos (escasa y más en puestos de dirección), en el Gobierno, con la primera mujer ministra, Federica Montseny, y en las calles con movimientos de mujeres por el pan y por derechos propios. Como mitineras e ideólogas de ese nuevo futuro.
Las mujeres siguieron estando presentes también durante la Guerra Civil. Como milicianas, aunque tenían que demostrar doblemente su valía. En la retaguardia, obligadas por decreto en octubre del 36. En el cuidado y mantenimiento de la vida, como cabezas de familia, en las fábricas y e el campo, en tareas de información y reconstrucción… Detenidas, violadas. Maltratadas doblemente, por su calidad de presas y de mujeres.
En el exilio, realizando tareas de espionaje, de cuidado y mantenimiento de la resistencia, como ideólogas.
Ellas que durante la represión franquista fueron asesinadas y abusadas sexualmente. Encarceladas, denigradas rapándoles el pelo y haciéndoles tomar aceite de ricino para posteriormente pasearlas por los pueblos y ciudades. Obligadas a resistir en la miseria, metiéndoles el miedo en el cuerpo para que callaran y se olvidaran de la libertad y la igualdad, relegándolas de nuevo a la casa y el cuidado, bajo la bota del dominio masculino, negándoles el espacio público y político durante casi 40 años.
Pero ellas resistieron, sin dejar de soñar con un mundo diferente aun en tiempos revueltos. Y en todo este proceso, se quedaron sin nombres, como anónimas. Pero “Ya no se puede su lucha olvidar…porque sus nombres recorren el tiempo” (El Drogas)
Las personas, conscientes de la deuda histórica con todas ellas, nos apuntamos al movimiento por la recuperación de la memoria, para que dejen de estar en el silencio. Lo que no se nombra, no existe y ellas existieron mirando hacia un futuro en el que prevalezcan los valores de la libertad, igualdad, solidaridad, justicia, equidad y dignidad. Y en ese camino siguen con nosotras por hacer real la igualdad formal. Por el derecho a decidir sobre nuestros cuerpos y nuestras vidas.
Camino en el que la Monarquía no tiene cabida. No la tiene, por qué significa privilegio de unas personas sobre otras y la supremacía del varón sobre la mujer. Por qué niega el derecho a decidir, en la medida que es impuesta en este caso por franco. Por que no es de recibo los miles de millones que nos cuesta a la ciudadanía aún en tiempos de crisis y por que con su comportamiento avala una idea de las mujeres como incapacitadas y tontas para tomar decisiones y enterarnos de lo que ocurre a nuestro alrededor.
En el camino hacia la igualdad entre los sexos es difícil justificarla. Se mire por donde se mire.